Segundo capítulo

-¿Qué hacemos aquí?

-Yo no bajo, bajas tú entras y preguntas por Tom, yo me voy a mi casa bueno nuestra casa.

Parecía que no le hacía mucha ilusión compartir casa conmigo. Él era un asqueroso, ¡ella lo sería más!. Bajo del taxi, cogió sus maletas y sin despedirse entró a esa comisaría.

-Hola, ¿ me puede decir quién es Tom?

-Claro, es ese chico moreno de ahí.

-Muchas gracias.

Zaira se acercó a ese chico, se parecía mucho al otro pero era más mayor.

-Hola ¿Tom?

-Si, tú debes de ser Zaira, ¿verdad? –dijo sonriendo.

-Si.

-Zayn no te ha acompañado… este chico no tiene vergüenza, perdónalo pero no le hace mucha ilusión compartir cuarto contigo.

Nos avisaron hace muy poco de que vendrías con nosotros, y bueno quiere que nadie más viva con nosotros.

-No pasa nada si quieres pido el traslado, no quiero molestar.

-No, no para nada, ya se acostumbrará no te preocupes, además estamos preparando una habitación para ti, en un par de semanas estará lista.

Tom se dio cuenta rápidamente de que Zaira era una buena chica y que si estaba ahí es porque ella tendría sus motivos. Esa sonrisa tan dulce no la podía tener una mala persona por eso se notaba que Zaira no lo era.

-¿Una habitación para mi sola?, ¿en serio? Muchas gracias.

-Es que no creo que te apetezca compartir habitación con Zayn.

-¿Zayn?

-¿Ni siquiera te dijo como se llamaba? Este es tonto…

-No me dijo nada, solo que entrase a la comisaría y preguntase por ti.

-Es que es un chico bastante serio, además no le gusta la idea de compartir habitación. Y tampoco te voy a obligar a dormir en su cuarto, ya tienes suficiente con verlo en el instituto. Por cierto rellena estos papeles para poder empezar el lunes.

-Ah! Es verdad, ya he perdido una semana y no puedo seguir faltando.

Tom cada vez estaba más convencido de que Zaira era una buena chica. Aunque trabajando en una comisaría también dudaba sobre si ella estaba mintiendo.

Tom llegó con Zaira a casa y se la enseñó, le mostró su habitación para que dejase sus cosas.

Zaira fue a la cocina a buscar a Zayn para que le dejase espacio en algún cajón.

-Oye, ¿te importaría dejarme algún cajón para poner mis cosas?

-Espera, luego te dejo alguno ahora estoy ocupado.

Zayn devoraba un sándwich mientras miraba una revista. Entonces Zaira se acordó de lo simpático que era este chico siempre.

-¡YA!-grito Zaira para que Zayn saliese de su burbuja.

-¿De qué vas?

-No, de que vas tú, ¿Qué te crees qué me gusta estar en un país diferente al mío dónde no conozco a nadie? Además me toca una casa con un estúpido niño que va de malote.

-¿Yo voy de malote? ¿en serio? A mi no es a quien han echado de su casa por tener un mal comportamiento…

-Pero que… tú…No sabes nada.

Zaira no puedo seguir hablando, las lagrimas comenzaron a recorrer toda su cara, salió de casa y se fue a dar un paseo, buscar un lugar tranuilo donde llorar tranquila, ya que la habitación que compartía no era muy privada.

Se sentó en un banco de un parque, alrededor no había nada, era un parque muy solitario, justo lo que necesitaba.

De repente vió que alguien se acercaba, ¿Era Zayn? El estomago se le encogió, Zaira se puso nerviosa.